Escribir un artículo de blog es mucho más fácil de lo que parece, siempre y cuando tengas bien trabajados los pasos previos, sobre todo la fase de investigación, porque esta será la que te aporte la tranquilidad necesaria para evitar el famoso síndrome de la página en blanco
¿Sabes esa frase de Telepizza que dice, «El secreto está en la masa»? Pues el secreto del éxito de los artículos de blog que escribo a diario y desde hace más de 10 años, está en la investigación.
Bueno, en la investigación y en tener una buena masa, quiero decir, trabajar bien los cimientos del blog (la base), tal y como te explicaba en el artículo sobre «cómo empezar a escribir un blog«, para que esos artículos puedan estar bien enfocados.
Déjame que te lo cuente, tal y como ya se lo explico a los alumnos de la formación, Del blog al mundo: el curso para lanzar tu blog de 0 a 100.
No se trata de un método revolucionario. No lo vas a encontrar en ningún libro. Es la forma en la que yo trabajo desde que un cliente me pide que me encargue de su blog, hasta que comienzo a redactar los contenidos del mismo, teniendo siempre en cuenta que un blog debe tener:
- Un objetivo general: por ejemplo, ser puerta de entrada para dar a conocer tu marca personal, tu negocio o la empresa para la que trabajas. Ese objetivo, además, tiene que ser coherente con los objetivos fijados en un plan de comunicación y/o de marketing que, a su vez, forman parte del de ventas y, este último, de los objetivos generales de la empresa.
- Un público al que dirigirte: puede ser el público general de tu negocio o un subpúblico. Lo más habitual será lo segundo.
- Unas temáticas con las que quieres que se te asocie: pueden ser las mismas que las de tu negocio o unas concretas, enfocadas en los intereses del subpúblico elegido. A veces pueden coincidir, en otras ocasiones solo coincidirán en el tema, pero no en el enfoque y, en otras, no coincidirán para nada.
- Una forma de contar las cosas: y no solo me refiero a que la voz de tu marca esté presente en los artículos, que eso tiene que estar sí o sí, sino también a las herramientas de comunicación que utilizas dentro del blog, para emitir tu mensaje. Textos, fotos, vídeo, podcast, archivos adjuntos, etc.
Indice de la entrada
ANTES DE PONERTE A ESCRIBIR UN ARTÍCULO DE BLOG
Una vez tengo claro a qué tipo de subpúblico voy a dirigir mi blog, cómo se lo quiero contar y cuáles son las temáticas principales con las que quiero que se asocie mi blog, paso a crear una estrategia de contenidos.
Esa estrategia me va a ayudar a crear un calendario editorial enfocado en conseguir el objetivo principal de mi blog. Un calendario que, a mi modo de entender, tiene que ser:
- Flexible: en cuanto a temáticas. Si un día necesitas cambiar de tema porque hay otro que urge publicar, hazlo sin miedo.
- Adaptado a la realidad de tu negocio: si solo te puedes comprometer a publicar una o dos veces al mes, hazlo. Estará bien si el artículo es bueno y si te comprometes a que siempre tengas la misma periodicidad. A partir de ahí, todo lo que sea un extra de buen contenido será bienvenido.
- Tener en cuenta la capacidad que tu lector tiene de consumir tu contenido: puede que tú tengas la capacidad de publicar varios artículos al mes e, incluso, a la semana, pero, ¿tienen tiempo tus lectores de consumir ese contenido? Piénsalo antes de empezar a publicar por publicar.
Dentro de ese calendario, tendré el listado de temas de los que voy a hablar y cada uno de ellos tendrá, a su vez, un objetivo concreto.
Por ejemplo, este artículo tiene el objetivo de captar la atención de personas que quieren aprender a escribir artículos de blog. Esto, a su vez, forma parte del objetivo de mi blog, que es captar la atención de clientes que quieran formarse conmigo o que necesiten de mi acompañamiento para ayudarles con la comunicación de su negocio, siendo el blog una de sus principales herramientas.
Para conseguirlo, tengo que escribir artículos que:
- Ayuden a mi lector (potencial cliente) a resolver sus dudas, de manera que quiera seguir leyendo otros artículos relacionados o acuda a mí cada vez que tenga una duda sobre esa misma temática.
- A mí, a estrechar lazos de confianza con él, que harán que si necesita mi producto o servicio las fricciones se reduzcan al máximo.
En ambos casos, es esencial que escribas sobre temas que al lector le interesan, aunque a mí puede que me encante hablarle de otros. Por ejemplo, si tú te dedicas a fabricar un producto y a ti te apasionan las herramientas con las que fabricas ese producto, esto es algo que tiene cero interés para tu cliente (porque tu cliente no es igual que tú). Sin embargo, a tu cliente le encantará saber cómo sacar el máximo partido al producto que vendes.
ASÍ PREPARO MIS TEXTOS DE BLOG
Ya tengo la masa (la base de mi blog) bien creada y toca pasar a la redacción de contenidos.
Para evitar sufrir el famoso síndrome de la página en blanco (que, en realidad, es un cúmulo de miedos como el qué dirán o no tengo nada nuevo que contar), y tener unos textos bien enfocados, antes de ponerme a escribir trabajo los siguientes puntos:
- Busco qué es lo que se ha dicho hasta el momento sobre el tema
- Cuáles son los artículos mejor posicionados
- Qué elementos tienen esos artículos (fotos, vídeos, etc.)
- Qué busca el cliente con respecto al tema
- De dónde voy a sacar la información para hablar sobre ese tema, más allá de mis conocimientos
- La palabra clave y sus h2 y h3 para posicionar mejor mi blog
- Los elementos que voy a necesitar o de los que ya dispongo, para completar ese artículo
Y entonces, SOLO ENTONCES, es cuando empiezo a escribir mi artículo. Cuando ya tengo toda la información conmigo.
Esta fase, la fase de investigación, te la enseño en el curso Del blog al mundo, y para mí es la más importante (y la que más tiempo me lleva, muchas veces).
Gracias a ella:
- Escribo artículos de blog bien enfocados
- Escribo artículos que hacen que mis clientes reciban visitas
- Escribo artículo que generan comunidad y confianza en el cliente de mi cliente
- Escribo artículos que generan curiosidad en un producto o servicio
ASÍ REDACTO MIS ARTÍCULOS DE BLOG
Ahora que ya tengo lo que necesito, es decir, la información recopilada y el material que va a acompañar mi texto, solo me queda redactarlo.
Formatos de contenidos de blog hay muchos. Tipos de artículos de blog, también. Pero como lo más habitual suelen ser los textos informativos, te cuento la estructura que suelo seguir yo:
- Un título: que describa el tema principal del texto. Si no lo tienes claro, déjalo para el final. De esta manera te aseguras que no vas a engañar, aunque sea de forma inconsciente, a tu lector, porque una vez termines de escribir todo tu contenido, ya sabes qué le has contado.
- Un subtítulo: que acompañe y complete la información del título. Los dos se tienen que entender de forma independiente, pero juntas son una pareja perfecta. Además, tiene que tener el objetivo de seguir dando ganas al lector de continuar leyendo el artículo.
- Una introducción: que empiece por una frase impactante, una pregunta, una declaración, unos datos (soy una loca de buscar datos, lo confieso 😅). En resumen, algo que capte la atención de tu lector desde el primer momento. Esta introducción te va a servir para explicar al lector de qué le vas a hablar en el cuerpo del texto.
- Un índice: donde el lector pueda ver los temas principales de los que se va a hablar y, si lo desea, saltar algunos pasos. ¡Tranquila! Si el artículo es bueno, volverá atrás para leer el resto. Palabrita de redactora digital.
- Un cuerpo: dividido en las ideas principales que queremos desarrollar (cada una de esas ideas será un H2 y dentro del mismo, podemos destacar subideas, en H3). Recuerda que para facilitar al máximo la lectura y la comprensión del texto, es recomendable:
- Hacer párrafos cortos. Una idea, un párrafo. Por eso no se recomienda sobrepasar las 4-5 líneas.
- Combinar frases cortas, con frases largas: para hacer la lectura más dinámica.
- Eliminar todas aquellas palabras que no aporten nada: como adverbios o adjetivos.
- Siempre que puedas, ofrece la información en viñetas (bolitas, puntitos, listados, llámalo como quieras): porque aligeran el contenido y hacen que la lectura sea más agradable.
- No te olvides de las negritas: pero tampoco abuses de ellas. En el equilibrio está el éxito.
- Ayúdate de los conectores: para poder unir un párrafo con otro.
- Un cierre: en el que hagas un resumen de lo que has hablado. También puedes aprovechar para dar tu opinión al respecto o para pedir a los lectores que comenten, que compartan o que hagan otra acción que sea de tu interés.
Esto en cuanto a la redacción, pero una vez terminada toca:
- Revisar el artículo por completo para ver que hayas respondido a todas las preguntas que el lector se hace con respecto al tema tratado.
- Revisar el artículo por completo para ver que no haya erratas (si esto puedes hacerlo habiendo dejado el texto en reposo unos días u horas, será mejor todavía).
- Añadir las imágenes y complementos que el texto te pida. En este sentido, déjame hablarte de las frases destacadas, que ayudan a resaltar ideas y, si tienes instalado el plugin correspondiente, puedes hacer que tus lectores compartan el artículo a través de esa frase.
- Optimizar el artículo con SEO o revisar que todas las palabras clave que querías introducir en el mismo, estén.
- Revisa el snippet: porque eso será lo primero que vea tu lector cuando haga una búsqueda en Google. Aquí piensa, también, en la intención de búsqueda del lector. Y no te olvides que en este apartado, el SEO también juega un papel importante.
Y hasta aquí todo mi trabajo para redactar un artículo de blog. Dime, ¿te parece fácil o difícil? Si me lo permites, yo creo que es más bien un asunto de aprendizaje y práctica. Ambos puntos los vemos en mi formación, Del blog al mundo: el curso para lanzar tu blog de 0 a 100.
Me despido, pero te espero en comentarios para saber qué es lo que más te cuesta, si tú también sigues estos pasos o si tienes alguna duda con respecto a este tema. ¡Te leo!